¿QUÉ ES
LA AGROECOLOGÍA?
La agroecología es mucho más que una simple forma de hacer las cosas; es un movimiento que integra los principios ecológicos y sociales en la producción agrícola y la gestión de nuestros sistemas alimentarios.

En su núcleo más profundo, se basa en la comprensión profundamente arraigada de los procesos ecológicos y la intrincada intervención de los componentes de un ecosistema agrícola: plantas, animales, suelos fértiles, agua y la vida microscópica que todo lo vincula, así como las nuestras comunidades sociales.
El objetivo de la agroecología es claro e inspirador:
- Promover prácticas agrícolas sostenibles, resilientes y en armonía con la naturaleza.
- Prácticas que sean socialmente justas, económicamente viables y reverberen en beneficios a todos los niveles.
- Integra la diversidad de cultivos, la preservación de la fertilidad de los suelos, la conservación celosa de nuestros recursos naturales y la disminución de nuestra dependencia de fuentes externas.
- En su núcleo, la agroecología abraza y celebra la biodiversidad.
Este enfoque holístico gesta sistemas agrícolas especializados en el uso de los recursos naturales. En el corazón mismo de la agroecología se encuentra la resiliencia, la fuerza para afrontar los vientos del cambio climático y la garantía de nuestra seguridad alimentaria a largo plazo.
Pero existe una parte vital de la ecuación que nunca pasamos por alto. La agroecología destaca como factor clave la equidad social y la participación activa de nuestras comunidades locales. En la toma de decisiones que tocan la producción y consumo de alimentos, las voces de la comunidad son imprescindibles, trabajando juntas para construir un futuro más brillante, más verde y más justo para todos.
En su núcleo más profundo, se basa en la comprensión profundamente arraigada de los procesos ecológicos y la intrincada intervención de los componentes de un ecosistema agrícola: plantas, animales, suelos fértiles, agua y la vida microscópica que todo lo vincula, así como las nuestras comunidades sociales.
El objetivo de la agroecología es claro e inspirador:
- Promover prácticas agrícolas sostenibles, resilientes y en armonía con la naturaleza.
- Prácticas que sean socialmente justas, económicamente viables y reverberen en beneficios a todos los niveles.
- Integra la diversidad de cultivos, la preservación de la fertilidad de los suelos, la conservación celosa de nuestros recursos naturales y la disminución de nuestra dependencia de fuentes externas.
- En su núcleo, la agroecología abraza y celebra la biodiversidad.
Este enfoque holístico gesta sistemas agrícolas especializados en el uso de los recursos naturales. En el corazón mismo de la agroecología se encuentra la resiliencia, la fuerza para afrontar los vientos del cambio climático y la garantía de nuestra seguridad alimentaria a largo plazo.
Pero existe una parte vital de la ecuación que nunca pasamos por alto. La agroecología destaca como factor clave la equidad social y la participación activa de nuestras comunidades locales. En la toma de decisiones que tocan la producción y consumo de alimentos, las voces de la comunidad son imprescindibles, trabajando juntas para construir un futuro más brillante, más verde y más justo para todos.
IMPACTOS EN
LA SOCIEDAD
Más allá de una ciencia y una práctica agrícola, la agroecología se ha convertido en un movimiento que genera toda una serie de beneficios para la sociedad. Estos son los más relevantes:
Fortalece las comunidades locales
La agroecología fomenta la participación activa de las comunidades locales en la producción y consumo de alimentos. Es un llamamiento a la unidad y la responsabilidad compartida.
Genera ocupación y desarrollo rural
Los sistemas agroecológicos requieren a menudo más trabajo, creando oportunidades de empleo e impulsando el desarrollo económico en las zonas rurales. Es una inversión en la prosperidad local.
Mejora la equidad social
La agroecología promueve sistemas alimentarios más justos y equitables. Al dar protagonismo a las pequeñas agricultoras y comunidades locales, reduce la dependencia de las grandes corporaciones y promueve una distribución más igualitaria de recursos y ventajas.
Preserva los conocimientos tradicionales
Protege las prácticas ancestrales y los conocimientos transmitidos de generación en generación, enriqueciendo nuestra diversidad cultural y preservando nuestro rico patrimonio local.
Mejora la seguridad alimentaria
Fomenta la producción diversificada de alimentos, aumentando nuestra seguridad alimentaria y reduciendo la dependencia de importaciones. Además, nos ofrece una abundancia de alimentos locales, nutritivos y de excelente calidad.
Fomenta la resiliencia y la soberanía alimentaria
Con sistemas agrícolas más resilientes y adaptables, las comunidades están mejor preparadas para afrontar los desafíos climáticos y ambientales. Además, promueve la producción local, asegurando la soberanía alimentaria y el derecho a acceder a alimentos culturalmente adecuados.
La agroecología no sólo es una práctica agrícola, sino una fuente de cambio positivo que beneficia a nuestras comunidades y nos ayuda a construir un futuro más justo y sostenible para todos.